Yo descubro en tus ojos mis ojos y quizás
el mismo mirar en soledad.
Como allá lejos y hace tiempo,
mi infancia vuelve a brotar.
Y me trae recuerdos donde solo tu estas.
Tu risa, tus palabras, tu voz y tu andar.
Allí donde vuelvo a ser niña, allí estas.
Y sé que en el ama, en los ojos y en las manos
Somos igual...
Yo descubro en mis manos tus manos y quizás
esta locura por escribir y dejarme llevar
por estos sentimientos y expresar en versos
lo que mis labios nunca dirán...
El dolor de un gran amor perdido que jamas regresará.
Y los sueños y las fechas postergadas,
y estas ganas de volar... y los deseos de escapar...
Cuando me supera la realidad y de nada sirve llorar.
Yo descubro en mi alma, tu alma que ya es inmortal
y quizás sea mucho mas libre que la mía que aún
prisionera está...
A merced, a veces de la ira y la impotencia,
bate sus alas buscando libertad.
Pide tregua cuando se agiganta la soledad,
se transforma y se revela cuando todo parece salir mal...
Y quisiera irme lejos... y jamas he podido escapar...
Yo descubro que en los ojos, las manos y el alma.
somos igual.
Y quizás con la misma cobardía de ceder y de aceptar
las cosas que nunca nos atrevimos a cambiar.
Yo descubro en mi alma tu alma inmortal.
