jueves, 3 de marzo de 2011

Preludio

Podría la noche agitarse en las sombras del olvido y devorarme.
Podría el silencio de mi alma, perderse en un grito y mutilarme.
Y uno a uno de mis sueños perecerán inalcanzables...
Podría esta tristeza inalterable fundirse en cada gesto y cada frase,
Y dejarían mis poemas de desgranarse, en ese preciso instante.

Cual gota de roció que por las noches sobre la hoja cae...
Es mi locura infinita de creer que la vida es una canción que debe cantarse.
Podría esta noche de sábado perder su magia y en la soledad ocultarme,
hasta ignorar el hechizo de ser y estar y con la oscuridad sepultarme.
Si tu piel un día encontró la mía y tú corazón al fin pudo alcanzarme.

Si tus brazos pudieron abrazarme y mi boca por fin logro besarte...
.... y tu cuerpo felizmente consiguió abrigarme.
Como podría borrar cada minuto de esta historia de amor y de coraje.
Seria como desaparecer en el aire. Como naufragar en un instante.
Porque si de pronto te perdiera, yo, ya no volvería a encontrarme...

Inútil seria volverme indiferente o distante, si nada sera como antes.
Podría la vida seguir golpeándome en la cara como llovizna incesante.
Si nunca me sentiré mas libre que entre tus brazos y amándote...
... y si tus ojos me miran sabre que hay un lugar donde puedo refugiarme.
Pues sin ti amor, tan solo dejaría que la noche me tragase.

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